No me importa caer atrapada en alguna espiral de desdén aderezada con pizcas de reproches, como quien echa sal en la herida. Me hicieron de material flexible y en cada círculo de la espiral ya se lo que viene después... de eso se trata, de vivir en círculo, de aprender en cada vuelta.
Hay un regusto de absoluta frialdad en estos pensamientos que no es tal y un poso de desencanto que ya estaba predicho, pero no se disimular (ni pienso aprender).
El ser honesto y fiel a uno mismo tiene un precio, pero e smejor pagarlo y seguir siendo uno mismo.
ResponderEliminarUn besazo con cariño.
Ser independiente tiene un precio, pagarlo es una virtud.
ResponderEliminarHaces muy bien en no aprender, me gusta mucho como eres.
ResponderEliminarNão tenho tradutor no telemóvel. Deixando cumprimentos poéticos
ResponderEliminarLealtad y aceptación personal, no soy como creen ni voy a ser como quieren. Un abrazo
ResponderEliminarHuír a veces es la respuesta cuerda.
ResponderEliminarDisimular es tener que mentir. Y mentir, nunca.
ResponderEliminarInteresante lo que has escrito Un saludo desde Miami
ResponderEliminarEn esa espiral estamos todos. Lo curioso es que aunque aprendo en cada círculo y sé que después de lo malo llega lo bueno... nunca me escapo de ocasionales momentos de amargura.
ResponderEliminarMe gusta esa frase en la que te disculpas por una frialdad que no es tal. Efectivamente, no hay nada gélido en este texto. Es visceral. Y auténtico.
No es nada malo ser flexibles ni tampoco el no saber disimular, lo que es verdadero no se oculta.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce mes.
La autenticidad tiene sus afiladas aristas, pero bien vale la pena…
ResponderEliminarUn abrazo grande 💙
Es difícil ser auténtico, pero es lo mejor que puede ser una persona.
ResponderEliminarEse espiral con idas y vueltas es la vida misma.
Un beso