
Me gusta pensar en positivo...
Y así en los últimos cincuenta años hemos dado un paso de gigante como mujeres y debemos seguir avanzando el ritmo otros cincuenta y cincuenta más y más...
Porque ninguna revolución fue sencilla -ni nadie la vendió como tal- me gusta pensar que hemos saltado de abuelas "no trabajadoras" -léase con comillas y rictus de ironía, claro- a nietas con su independencia personal y laboral como hecho constatado.
Los días señalados nos recuerdan, comprometen, apoyan... pero a veces prefiero no idealizar el postureo de foto y titular.
Y es que...
... no quiero portavoces y portavozas, ni compañeros y compañeras hasta la saciedad cansina, quiero que cuando hablen lo hagan con una igualdad no forzada,
... no quiero los muñequitos de los semáforos de mi ciudad con faldas y sin faldas (porque apenas llevo falda, porque un semáforo con falda no es la igualdad que espero ni como símbolo)
... no quiero porcentajes obligados, quiero méritos profesionales y la valía por quien soy.
... no quiero que nadie más de mi familia se alegre porque con mi trabajo puedo cuidar a mis hijos (¡oh! ¿y el horario del padre?... ¡ah! que ese da igual...).
Creo en la pequeña revolución en el interior de cada familia, de cada generación, en cada gesto diario, en esa lucha que va calando como el mejor paso reivindicativo hacia un 8-M de plena igualdad.
PD: Siento estar tan "enmarañada" estas son mis dos semanas de pico anual de trabajo y ni os visito mucho, ni contesto comentarios... ni escribo muy coherente jeje...
pero no quería pasar la ocasión.
Prometo ponerme al día en breves, muy breves... :)
Bss
Pues mira Sylvia no te vamos a perdonar pq has de hacerlo todo ajajjjaj ..me encanto tu relato donde no dices nada mas que la verdad , y por favor haz lo debas hacer y por supuesto perdonada antes de que lo dijeras estas ..Un fuerte abrazo y que sea leve la semana .
ResponderEliminarGracias Campirela! Obligada estoy a hacer lo que tengo que hacer y tengo la suerte de ser en un puesto de igualdad con mis compañeros... (ya que va de eso el tema).
EliminarBueno, debería venir por aquí más para relajarme jajaja (me viene muy bien)
Bss
¡nooooombre! no te preocupes, de todas maneras nos damos vueltas para visitarte y leerte :) me ha gustado mucho tu post como siempre, eres una buenaza ... saludos
ResponderEliminarHERALDO DE ARAGóN. 06.03.2018
ResponderEliminar"Las mujeres concentran el 75% del empleo en la DGA pero solo un 26% de los altos cargos".
Vergonzoso, y más en lo público, deben ser el 50% de los altos cargos mujeres, y el 50% del empleo de la DGA, mujeres.
Estoy de acuerdo con tu texto, pero una pregunta ¿exiges del padre el mismo horario del cuidado de los hijos?
Y eso que tú eres de lo mejorcito del mundo mundial, de corazón y cabeza. Por encima de la media. Y lo sabes.
Me encanta tu participación estoy de acuerdo con todo, no me creo la mitad de las estadísticas, nunca he cobrado menos que un compañero y no conozco a nadie en esa situación. Tenemos los mismos derechos pero nunca, afortunadamente, seremos iguales. Un abrazo
ResponderEliminar¡Hola! No te preocupes por eso ¡Y mucho ánimo en el trabajo! Me gusta tu reflexión, coincido con el comentario de Ester, mismos derechos pero hay cosas que nos hacen diferentes de los hombres (biológicamente hablando) y que jamás nos harán iguales, pero salvando esas diferncias, no debería haber diferencias en otros ámbitos en lo más mínimo. Igualdad de derechos y obligaciones.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Bien planteado. A veces, se suele caer en lo absurdo, en nombre de una buena idea. Pienso lo mismo acerca de los porcentajes obligatorios.
ResponderEliminarUn abrazo
Estoy contigo.
ResponderEliminarEn la primera linea de tu texto.
Beso de hombre.
Muy valiosa reflexión de la que destaco esta lista de la que comparto todo
ResponderEliminar.. no quiero portavoces y portavozas, ni compañeros y compañeras hasta la saciedad cansina, quiero que cuando hablen lo hagan con una igualdad no forzada,
... no quiero los muñequitos de los semáforos de mi ciudad con faldas y sin faldas (porque apenas llevo falda, porque un semáforo con falda no es la igualdad que espero ni como símbolo)
... no quiero porcentajes obligados, quiero méritos profesionales y la valía por quien soy.
... no quiero que nadie más de mi familia se alegre porque con mi trabajo puedo cuidar a mis hijos (¡oh! ¿y el horario del padre?... ¡ah! que ese da igual...).
Me olvidaba: un fuerte abrazo!
ResponderEliminar=)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuenas tardes, Sylvia:
ResponderEliminarAunque hace poco que te leo, puedo escribir que me gusta tu pensar en positivo: es un pensar libre con la opinión ajena.
De hecho, tus fabulaciones no son cerradas, siempre presentan un final abierto a que las continuemos tus lectores. Y tu reflexiones, no están “enmarañadas”. Son sinceras. Hilvanan un hilo que desmadejas para que lleguemos a tu yo creativo.
Respecto al día de hoy, y su valor especial como herramienta de cambio, el tiempo hablará sobre su trascendencia. Pero me temo que esta revolución sí que será televisada; y que se quedará en los platós y escenarios, donde el poder aparentará haberse convertido finalmente en persona, cuando en realidad sólo se estará poniendo de nuevo una máscara a gusto de los modos de su audiencia.
Hoy y siempre te deseo lo mejor.
Un abrazo, Sylvia.
Creo que la clave está en la educación de los valores que se han perdido. No es fácil estar bajo un techo de acero pero tampoco hay herramienta que no lo pueda romper.
ResponderEliminarUn saludo y me alegra volver a verte.
Cuanta razón en lo que escribes, yo tampoco quiero ese postureo, ese burdo maquillaje de palabras absurdas o dibujitos tontos, quiero hechos y estos se tendrian que dar de entrada en los que tenemos mas cercanos. Gracias por estar aqui, besos.
ResponderEliminarLos pequeños actos, las pequeñas decisiones son las que modifican tanto la vida que se pueden ir traspolando a los demás, no los grandes discursos. Aquí se usa mucho el término "micromachismos" para designar esas pequeñas porciones de momentos en que en el lenguaje o los actos preferimos a hombres y no mujeres.
ResponderEliminarBesos
Estoy contigo en que se han experimentado muchos cambios en la sociedad de nuestras abuelas a nosotras y también lo estoy en que los cambios que necesitamos ahora, no tocan techo con poner mujeres en los luminosos de los semáforos o en decir el masculino y el femenino, para hacernos presentes: ¡por supuesto que no! Pero esto también es importante para ir calando poco a poco en ciertas mentes calenturientas que sólo se llega a ellas de una forma primitiva de machaconeo.
ResponderEliminarPara mí el arma especial es la educación, en la familia y en los centros de enseñanza y que el gobierno de turno apueste por esto, así será la única forma de llegar a la plena igualdad, algún día que espero y deseo que sea pronto.
Un beso mu fuerte y tranquila que te esperaremos hasta que vuelvas a estar más desahogada de tiempo.
Jolín amiga, por un momento no se si estaba leyendo el discurso de fin de manifestación del DÍA DE LA MUJER... ¡Los pelos como escarpias!
ResponderEliminarFelicidades reivindicativas.
Besos
Pues Silvia estoy de acuerdo con lo que has expuesto, de principio a fin y como ya he comentado a otros compañeros, espero y deseo que la igualdad como personas que somos sea la misma sin distinción de género.
ResponderEliminarBesos.
Desde luego , deseamos que pronto desaparezca ese dia y no tengamos que celebrarlo.
ResponderEliminarAfortunadamente diferentes, hay algo que tenemos en común, pertenecemos a la especie humana. Eso, y ninguna otra cosa, nos hace a todos los seres humanos acreedores de los mismos derechos y obligaciones sin distinción de sexo. Queda mucho por hacer aún para que esa igualdad sea la norma de convivencia.
ResponderEliminarLuchemos por alcanzar nuestros derechos, no nos dejemos vencer.
ResponderEliminarBesos.