Ausencia o la mirada perdida hacia la ventana.
Balbucear entre silencios palabras unidas en frases inconexas. Anotarlas en un ínfimo rincón de la mente; un rincón apresado, empequeñecido por lo cotidiano. Ese vivir cotidiano que se había reproducido sigilosamente como el moho del pan de molde: "Hoy no hay sandwich para la cena", está lleno de ese verdín de desidia que ha impregnado todo. Miro la verdosa rebanada mientras cae a la basura. Todo parece difuminarse, tampoco hoy habrá palabras sobre el teclado.
La ausencia abandonó su esencia: la pena y la nostalgia. Ausencia que mutó en un olvido consentido, ocho meses atrás...
Pero siempre hay una casualidad que despierta el sonido del teclado y vuelvo, siempre vuelvo cuando giro en 180º:
Convocatoria juevera en casa de Mag (para más ausencias haz click en el enlace "La trastienda del pecado"
¿Cómo estáis? Os visito en un abrir y cerrar de ojos
Curioso texto.
ResponderEliminarSiempre se vuelve.
Un abrazo.
Las ausencias temporales y las permanentes, todas duelen, a la primera sabes que no hay otra posibilidad que vivir en los recuerdos, a la segunda aún queda la ilusión de que falte poco o hasta pasar al olvido si la esperanza se desvanece. me gusta Edward Hopper. Un abrazo
ResponderEliminarBienvenida de esa ausencia, espero que tu regreso no nos dejes, las ausencias siempre son por algo y todo siempre tiene un motivo.Un abrazo,feliz semana.
ResponderEliminarLo importante es que existan esas casualidades, no tan casuales que dan un giro a la vida y espantan las ausencias.
ResponderEliminarBesos dulces Sylvia y dulce primavera.
Tú a tu ritmo, eh. A tu ritmo.
ResponderEliminarHola :-9
ResponderEliminarDecirte que el tipo de letra que has elegido para tu blog, me encanta. No sé si te lo había dicho antes o es que hace tiempo que no paso y no me acuerdo, pero sí, me gusta :-)
Siempre he dicho que hay ausencias que duelen y otras que no, pero las que duelen, muchas veces, llevan la impronta de la belleza, como es es caso tuyo.
Mil gracias por acompañarnos este jueves, Sylvia :)
Un beso enorme.
Aunque sean consentidas, las ausencias que alguna vez fueron presencias amadas, duelen. Y pueden convertirse en una trampa difícil de desarmar. Un abrazo juevero
ResponderEliminarMe ha gustado esa referencia al moho del pan, muy visual! Me ha parecido entender que a una ausencia sentimental también se une la de la inspiración del escritor. En muchos casos esas épocas de tristeza, pena o nostálgia nos pueden sugerir muchas sensaciones y temas, en otras ocasiones cuando todo vuelve a la normalidad, es cuando empezamos a escribir de nuevo! En cualquier caso, sin duda, al final siempre se vuelve! Un abrazote!
ResponderEliminarUna ausencia que, no por ser consentida deja de doler, la va apagando y al mismo tiempo, la impulsa a escribir
ResponderEliminarAbrazo
Wow quedó impresionado con esta ausencia tan filosófica , tan vivida y nostálgica.
ResponderEliminarUn corazón que late con intensidad.
Abrazos
Hay ausencias que duelen, pero el tiempo lo cura todo, o eso dicen. Lo bueno es regresar y hacerlo renovada, dejando atrás el lastre, el moho, o el dolor. Abrazos.
ResponderEliminarLas ausencias queridas o no siempre dejan una estela tras ellas, que hay que borrar a fuerza de transitar por ellas una y otra vez a dolor abierto.
ResponderEliminarLas palabras se van, parece que para no regresar.
ResponderEliminarPero vuelven en forma inesperada, con fuerza.
Un abrazo.
8 meses son los que llevas sin publicar. Eso me lleva a pensar que no hay u a ausencia de mayor tamaño que la de no escribir, de lo cual me slegro. La inspiración va y viene, las palabras se enlazan con mayor o menor ayuda de las musas. Ko hay que preocuparse. A veces solo hay que ponerse y otras que la propuesta estimule, como creo que es el caso. Esta Mag... con sus propuestas siempre tan potentes...
ResponderEliminarAbrazoo
No somos las frases que decimos, somos el espacio que ocupamos. Sino estamos en un lugar es en ese lugar donde ausentamos. Un abrazo
ResponderEliminarDe una u otra forma siempre volvemos, está en nuestra propia esencia jugar con frases y letras. Bello texto, besos.
ResponderEliminarNuestra esencia no se va, se nota. Magnifico texto.
ResponderEliminarAbrazo.
Yo me voy poco pero cuando me voy lo hago para largo. Sí, ocho meses es parecido a lo mío. Es que a veces necesito descansar. Por más que soy bloguero ancestral, casi pionero por los más de veinte años que llevo metido en esto. Pero me canso. O no quiero escribir por escribir. Me envidio a mí mismo cuando era capaz de escribir semanalmente o hasta uno por día. Pero me vaya o no, siempre regreso. Escribir me pone en orden ideas, me las hace entender mejor. Y lo mejor de todo, hay comentaristas ahí fuera que me acaban dando claves de lo que soy mejores que yo mismo.
ResponderEliminar