Entonces no sentíamos el calor sofocante del mediodía, ni necesitábamos un descanso tras la comida. Simplemente salíamos corriendo con el último trozo de sandía o una cereza o una ciruela en la boca. Y con los mofletes hinchados y los dedillos aún pegajosos de la fruta, nos llamábamos al timbre para jugar.
Podíamos pasar la tarde entera haciendo competiciones de monedas, a ver quién aguantaba más tiempo haciéndola girar o haciendo castillos con las cartas. Podíamos pasar la tarde entera riendo o discutiendo o chinchándonos mientras soplábamos con disimulo para hacer perder a la contrincante.
Y así, hipnotizadas por el giro infinito, conseguíamos sentir que los veranos también lo eran, sin saber nada de rotación ni del efecto giroscópico, ni de las vueltas que nos daría la vida.
¿Habéis jugado a girar la moneda? ¿Es hipnótico, verdad?
Más monedas en el blog de Sindel :)
Sim já joguei o jogo da moeda. É um jogo que entretém e muito diverte.
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Boa semana …Saudações cordiais.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Muy buena semana Rykardo :)
EliminarCon monedas recuerdo algún que otro juego ..bravo por el texto . Besos.
ResponderEliminarGracias Campirela... Antes jugábamos con cualquier cosa :)
EliminarBss
Qué lindas épocas que quedan para siempre en nuestro corazón! En mi infancia los más osados ponían monedas en las vías del tren y después las guardaban, así todas aplastadas,como un trofeo.
ResponderEliminarGracias por unirte, un abrazo
sí, es verdad, la moneda en las vías del tren la pusimos una vez (pero con mayores ehh) Gracias por las ideas :)
EliminarEn la infancia todo es más simple y más lindo.... O debería serlo, al menos. Un gusto leerte. Un abrazo
ResponderEliminarDebería serlo... no se debería perder esa simplicidad nunca. Bss
EliminarEn la infancia cualquier objeto era un posible protagonista para un juego.
ResponderEliminar¿Por qué no una moneda?
Un abrazo.
Así es, imaginación al poder!
EliminarBss
He jugado a girar la moneda y a otros juegos con monedas, ahora no dejamos que los niños toquen el dinero porque tiene microbios. Nos has devuelto la infancia y solo has necesitado una moneda. Gracias y abrazos
ResponderEliminarAhora no les dejamos nada... y quitamos la tierra de los parques, y les ponemos almohdillas e imagino (que ya no voy) que igual hasta desinfectan los columpios antes de subir :P . Pobretes.
EliminarBss
Pues habrá que aprovechar que de aquí a poco años el dinero físico desaparece, dicen.
ResponderEliminarLo intentaron, lo intentaron al principio de la pandemia lo de pagar con dinero era el horror... te miraban como diciendo: ¿me estás pagando con esto lleno de virus? como si no llevasen mierda siempre las monedas.
EliminarMe has hecho retroceder a la infancia, qué ratos más buenos pasábamos con las monedas, además recuerdo que los mayores al vernos tan perplejos también echaban a girar alguna moneda que otra.
ResponderEliminarUn abrazo Silvia
Son momentos muy simples, pero oye... qué agradables, ¿verdad? Bss
EliminarQue infancia en la que la imaginación no daba tregua, raramente salía de nuestros labios un "me aburro". Es un texto precioso y muy bien escrito. Besos.
ResponderEliminarSí, ahora parece que está prohibido decir "me aburro"... parece que les vas a tener frustrados para toda su vida. Bss
EliminarLos veranos de esos tiempos hipnotizan y giran volviendo una y otra vez, de alguna manera vuelven.
ResponderEliminarMuy agradable relato, nostalgia buena.
Saludos.
Qué especiales son los veranos, ¿verdad?
EliminarBss
No he jugado a lo de las monedas. Pero he jugado a otras cosas tan ajeno como tú a los giros del mundo, a lo rápido que va el tiempo, creyéndome inmortal cuando todavía me lo podía creer.
ResponderEliminarEl tiempo en que no pensamos en el futuro y casi ni en el presente, es un tiempo feliz
EliminarNosotros jugábamos bien con chapas de botella. Las monedas duraban tan poco que no daba tiempo a jugar con ellas.
ResponderEliminarBesosss Sylvia
También, también las chapas otro de los "top" en juegos
EliminarBss ;)