¿Pero, por qué? Yo que he sido capaz de defender mi vida tras el recoveco entre la escalera y el gris asfalto, de resistir pisotones y orines de chuchos, tormentas y sequías extremas. Y aún así, siempre decorando con mi mejor color.
Yo que alegré la merienda de aquella pequeña que, sentada en las escaleras junto a mí, canturreaba mientras se zampaba el bocata.
-Mira mamá, que chula... ¿La puedo pintar en mi cuaderno cuando llegue a casa?
-Claro hija.
¡Ay! me ha arrancado una flor... y aunque ha dolido -mucho-, la pérdida se va con la niña a casa para ser pintada en un cuaderno lleno de amor. Seré eterna en su dibujo.
-¡Mala hierba! -refunfuña con desprecio amenazante la portera bajando las escaleras. ¿Qué trae, unos guantes?¿Qué va a hacerme? No, no, no... quiero seguir alegrando esta escalera...
Solo hierba en mal lugar
"Sacamé de aquí" E.Bunbury
Más vida y más impresiones naturales
en casa de Dorotea "Lazos y Raíces"
Fantastico lo que has escrito diferente a lo comun
ResponderEliminarGracias por pasar por uno de mis blogs abrazos desde Miami
Silvia que bien ha estado este relato has descrito muy bien esa injusticia de poder hablar hablarían tal cual lo has hecho . Un abrazo y mis felicitaciones.
ResponderEliminarHas hecho hablar a las plantas y puede que la cosa vaya a mayores y estas eleven la queja a quienes les llaman malas. Un abrazuco
ResponderEliminarImagino que todas las hierbas dirían lo mismo y con toda la razón del mundo.
ResponderEliminarAbrazos
Malapersona, la portera y cualquiera que no sepa ver la sublime belleza, nada humilde, de las florecillas silvestres. Gracias por tu aportación y un abrazo
ResponderEliminarNo me estraña que en esta ocasión yo no participe en la convocatoria( una sabia decisión, jajaja) , con textos como el tuyo, lo mejor que hago esta semana es ....Simplemente disfrutaré leyendo vuestros relatos. Da gusto aprender con vosotros...
ResponderEliminarFelicidades por tu creatividad.
Un abrazo.
Me encantó está historia de esa pobre que regala color y belleza aún desde un mal lugar. Un abrazo
ResponderEliminarPobre , también la portera, que aunque vea la belleza de una vida, mal recibida por los estándares de orden, rectitud y limpieza, arrancará en el mejor de los casos, a la planta desubicada, y la rociará con lejia en el peor.
ResponderEliminarLa madre de la niña guardará la flor pintada, y se la dará a su hija (que ya la habrá olvidado), poco antes de morir de vieja. Una planta cuyo fruto perdurará mucho tiempo en la memoria de alguien. Algo que no hubiera ocurrido de haber florecido en el campo.
Besosss Sylvia (y perdona el rollo, se me ha escapado..)
Otra visión muy interesante y natural. Las porteras siempre han tenido mala fama...
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Un relato muy tierno , y bonito..... Que suerte tiene esa pequeña
ResponderEliminarflorecilla , es como tú dices vivirá eternamente en su cuaderno de
dibujo , te deseo una feliz tarde , y mejor fin de semana , besos de flor.
Lindo dialogo entre seres inanimados. Muy chulo, la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo
De facto, trata-se de uma planta altamente infestante, que ocorre com frequência, chegando a invadir os espaços ajardinados.
ResponderEliminarChama-se dente-de-leão e o seu aproveitamento tem aplicações práticas.
O texto apresentado desencadeia alguma ternura sobre ela, pelo que gostei da publicação.
Abraço amigo.
Juvenal Nunes