Esta mañana ha entrado un grillo en casa. No saltando como es habitual, no... Caminando tan pancho. Lo he visto de refilón, tan raro le ha parecido al rabillo del ojo, que no pensaba que fuese un grillo y lo he confundido con un roedor. Uah! qué show. Pensaban en casa que mentía, porque ha buscado casita entre las hojas de una planta y buf, nos ha costado encontrarlo. Estoy convencida de que el bicho, con ese instinto animal que nosotros hemos perdido, sabía la tarde que le esperaba a la intemperie y nos ha pedido cobijo. Lástima. No le hemos entendido y la cosa no ha terminado bien para él.
La tarde se ha hecho noche a las seis y casi desde entonces llevamos con un trueno continuo, parece que llevan pasando aviones continuamente más de una hora. O a lo mejor es una nave espacial del imperio intergaláctico, o una muy grande como la 3I/Atlas (o lo que quiera que sea eso)...
Estas imaginaciones mías vienen de serie y suma que ayer estuve viendo la Legión 501 desfilar por la ciudad. Diré que un poquito decepcionante. Mucho trabajo en los disfraces, pero poco orden. Y lo siento... las tropas imperiales, y el resto de personajes hubieran quedado mucho mejor ordenados y desfilando sin mezclarse y por supuesto, con más de música. No hay desfile de jedis que no sea mejor con las notas de John Williams de fondo.
Sigo escribiendo mientras el agua "limpia" los cristales de las ventanas. Al hilo de lo intergaláctico recuerdo que alguien en un debate señalaba el peligro de mandar sondas, sonidos o lo que quiera que sea que lancemos por el espacio para decir que estamos aquí. Regla número uno: hasta que no conozcas a quien tengas al lado, no muestres tus cartas. Esto es válido para la tu barrio, la Tierra y los confines estelares de la galaxia.
Somos un planetilla perdido, girando en el espacio esperando no estar solos. Somos una especie rara intentando hablar con quién sabe qué o quién cuando somos incapaces de hablar entendiéndonos entre nosotros-
¿Tendrán los alienígenas pinganillos para entendernos con ellos cuando vengan?
Cuéntame tus palabrejas de domingo para terminar la semana.
Ajajjaja, ese final me has hecho sonreír.
ResponderEliminarNo se habrá sido, esa tormenta con esos truenos que te han llegado a pensar que estabas en una nave espacial, quién sabe si el grillo no era un transmisor y te ha desbloqueado de la realidad para llevarte a un mundo paralelo.
La seis de la tarde es un número, mágico, cuando las manecillas del reloj se ponen en vertical , algo va a suceder, y creo que fue justo a esa hora Donde el grillo salió, a conectar con la nave intergaláctica. Después las ondas se diluyeron.
Mira, no sé, pero me ha salido seguido el comentario , creo que me has contagiado con tu entrada ajjaj, pero te deseo una muy feliz noche, yo me voy a lavar la cara jaja. Chao cielo.
Hoy , se
ResponderEliminaraprecian
las
reminiscencias
de octubre,me
empiezo a
sentir mejor.