Imagen vía Clemence Dubois
La gente idealiza el momento piscineo sudando en minúsculas hamacas de material plástico que les proporcionan rojas formas tatuadas a relieve en la piel, junto con toallas húmedas que rezuman olor a cloro y coco a partes iguales... Igualmente, yo idealizo una mañana otoñal en una minúscula e incómoda terraza parisina en la que pago una pequeña fortuna por un café au lait.
Es lo que somos, ni más ni menos. Así que da igual tu elección idealizada porque, sea la que sea, la habrás inhalado de la muchedumbre, la habrás coloreado hasta suponer que es tuya para pretender ser diferente.
Llega a ser aterrador si lo piensas bien.
Pero no piensas, créeme. Te sumas al zumbido colectivo y lo llamas estatus, moda o lo que es peor trendy o cool.
Yo entono el Mea Culpa, y tú: ¿qué idealizas?
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Qué razón tienes, nos pasamos media vida idealizando sueños, personas, amores, y cuando vemos la realidad nos preguntamos, donde está mi sueño. Pero bueno, mientras llega, podemos seguir soñando. Un besote.
ResponderEliminarEso se idealiza, un estatus que supuestamente te da un bronceado, estar en un lugar determinado o comer algo, seguir a la masa finalmente cuando lo que importa es que uno se sienta bien de la manera que quiera. Excelente relato.
ResponderEliminarBesos dulces Sylvia.
Yo el otoño, al aire libre dejando que sus colores ocres dejen reflejos en las hojas de mi libro mientras suena una música que no he elegido yo. Tu manera de proponerlo me ha dado libertad para explayarme. Un abrazo
ResponderEliminarNada es nuestro salvo el tiempo que nos queda; y ni siquiera sabemos cuánto es. Tengo claro que yo ya soy el vestigio de algo que ya nunca volverá.
ResponderEliminarContesto por Gustab, que más que idealizar lo idealizan, porque para él la vida es dos cuerpos entregándolo todo, donde el deseo y el orgasmo es el resultado de una acción poética. Que no idealizan antes, sino que disfrutas en ese único e infinito instante
ResponderEliminarQue puedo decir? Aunque parezca que me copio, cuando siento bajón siempre pienso que estoy en ese lugar que idealizo frente a la torre Eiffel, tomando café...no es muy original pero quizás algún dia lo logre...y sino no importa, me quedan muchas vidas...besos
ResponderEliminarPrefiero el otoño, mantita cafelete y como suele decirse sopita... Pero en París con un café ya te digo que es una experiencia inolvidable. Cómo no idealizar los sueños... Me gustó. Un abrazo
ResponderEliminarYo prefiero el otoño con sus colores, una buena comida y una copa de espumante, aunque creo me gustan por placer y no por seguir modas.
ResponderEliminarMuy bueno tu texto, realmente para pensar, un abrazo.
PATRICIA F.
Todos soñamos e idealizamos aunque luego nos topemos con la cruda realidad...Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Idealizar nos ayuda a crear nuestras propias ilusiones aunque tambien contribuye a llevarnos algunas decepciones! Un abrazote!
ResponderEliminarTodos jugamos con los dueños, unos más a la moda que otros que son más ancestrales, pero todos nos refugiamos en ellos cuando la vida se hace intransitable.
ResponderEliminarBueno y ¿quién no ha idelizado? yo creo que es bueno, nos ayuda a imaginar, y a soñar un poco. La vida de esa manera es mucho más mágica.
ResponderEliminarMuy bonito el texto.
Besos.
Idealizo la posibilidad de despertarme sin culpas ni amarguras, con la posibilidad de ir armando cada día nuevos proyectos. Un abrazo
ResponderEliminarAl mismo tiempo, una idealización se necesita. Aunque sean atípicas, sombrías idealizaciones de estétiicas oscuras, nocturnas, con estéticas de pesimismo.
ResponderEliminarEl tema es que sea personales.
Besos.
Idealizo el otoño, con su viento suave, el frescor que hipnotiza, al igual que camibar sus calles disfrutando sus colores ocre, ensimismada y feliz.
ResponderEliminarUn abrazo
En la vida nos encontramos con muchas idealizaciones, modas y demás pero ante todo hay que saber disfrutar de aquellos pequeños detalles que a veces pasan desapercibidos pero son los que más felices nos hacen! Besos por ahí!!!
ResponderEliminarEn el fondo somos como los borregos. Si uno se tira por un barranco, todos detrás, como si eso fuera lo más. A veces hay que apartarse un poco del camino y disfrutar de cosas sencillas, pero sí, tienes razón, porque mi desayuno con las chicas de los trabajos de al lado es como un punto de inflexión. ¿Lo idealizo? ¡Pues me sienta genial! :-)
ResponderEliminarMil gracias por tu participación en la convocatoria juevera, Sylvia.
Un beso enorme.
A mí las modas me dan bastante igual. No me gusta el rollo "a donde va Vicente, a donde va la gente". A mí me gusta el campo, donde sólo se oyen los pájaros, alguna vaca u oveja y corre una brisa fresca mientras puedo estar leyendo un libro a la sombra de un árbol. Y no lo idealizo: es lo que vivo... No lo idealizo, porque hay hormigas y arañas y algún que otro ciempiés... y hay que tener cuidado de dónde te sientas, no vaya a ser que haya algún que otro deshecho animal. Y tener cuidado con los pájaros que también hacen de las suyas... 🤣🤣
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗