La segunda quincena de mayo suele volverse arenosa en el trabajo. Toca reorganizar tareas y cargos. Casi nada. Cuando llegamos a este punto, siempre tengo la impresión de hacer un gran esfuerzo del que nunca resulta un gran avance. Parece que todas las expectativas para planificar el próximo año estuviesen estratégicamente sepultadas bajo enormes dunas y que, para rescatarlas, hubiese que aventar arena al aire... y a otros.
Los hay que se creen especialistas en lanzar disimuladamente minúsculos granos a los ojos de los más débiles. Parecen sutiles, pero les hacen llorar. Parecen sutiles, pero los que llevamos demasiados años curtidos en estos mayos arenosos, podemos verlos a través de la polvareda, esquivarlos al vuelo y devolverlos a puñados.
No hay nada tan patético como aquellos hambrientos de poder cutre, de pacotilla. No hay nada tan agotador como rememorar las mismas tropelías en estos mayos arenosos.
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No voy a preguntaros por vuestro trabajo :D
¡Sed felices y disfrutad de mayo!
Disfrutaré de mayo, mientras repaso mi próxima novela.
ResponderEliminar;)
Ten paciencia que ya no queda nada para finalizar el mes y verás que bien te vas a sentir en junio con todo bien organizado . Un besote reina. Qué bonita foto has puesto , mejor unas buenas gafas y así no te entra ni una mota de arena jajajá. Besos.
ResponderEliminarEn todas partes cuecen habas, queda usar la paciencia y dejar que pase el tiempo, Un abrazo
ResponderEliminar¡Venga, señores. Traigan una rosa!
ResponderEliminarLogren con ella una sonrisa
en su cara triste y arenosa.
Espero que te sea leve. Esa sensación dura, de momento, hasta los 67 años (más o menos y de momento). Después de esa cifra dicen que se pasa.
ResponderEliminarEl mundo está plagado de gente que busca pisotear al de al lado para obtener beneficios, y eso ocurre porque carecen de capacidad como para destacar y se valen de esas malas armas.
ResponderEliminarBesos dulces Sylvia.
En todos los trabajos los he encontrado. Aunque no me he dejado pisar. De todos modos si no te dejas tú pillarán a otro. Y por más que le digas a ese otro que espabile, algunos no lo hacen.
ResponderEliminarDisfruta de tu Mayo y sí, olvidémonos del trabajo aunque sea el fin de semana. Saludos
Suele pasar, esos fastidios desafortunados son parte de la vida, mucha paciencia y abraza la luz de tu mirada
ResponderEliminarAbrazos
Interesante... Uno de mis hijos cuando iba al cole (infantil, y ya hace unos años, je) cuando lo incomodaban o veía que incomodaban a otros, me decía: "mamá, cuando ocurren cosas en el cole que no quiero que me alcancen, cierro los ojos". Supongo que es la mejor solución para que no entren las arenas, je
ResponderEliminarMe encantó leerte.
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