Mis ojalás siempre fueron de algodón de azúcar: sueños rosas, etéreos, pomposos... Y también pequeños, instantáneos e intrascendentes, como felicidad en pequeñas cápsulas: "Ojalá una tormenta para oler la tierra mojada en el pueblo; ojalá una taza de chocolate rebañada con pausa... con gula; ojalá acurrucarse en invierno con la nariz escondida y una vuelta más y otra más en la cama..."
Mis dulces ojalás empequeñecieron hasta desaparecer, como el algodón de azúcar se deshace en el paladar... sin darme cuenta. Y los nuevos ojalás tenían tanto peso que estrujaban el corazón, o el ánimo, o la sonrisa. Eran ojalás de necesidades tan contundentes que rara vez atravesaban la realidad acaramelando el día, dando paso al desasosiego y la decepción.
Y así, fue pasando la madurez despojada de sueños rosas, etéreos y pomposos. Una chica muy cabal, decían. Una mujer triste, terminé pensando yo.
Y paré, y cerré los ojos intentando recordar el algodón de azúcar al escuchar la lluvia, al oler chocolate y al despertar cada primer día de vacaciones. Paré y volví a intentar atrapar pequeños ojalás, entre las teclas...
Ojalá seguir tecleando todas las semanas...
Más "ojalá" en el enlace
de la convocatoria juevera de Molí del Canyer
¿Y vuestros ojalás?
Que siempre tengas esos ojalás en mente, son la sal de la vida . Me gusto leerte un montón .Espero que un ojalá sea leerte todos los jueves. Un besote grande.
ResponderEliminarTexto muy interesante que me gustó leer. Gracias por compartir.
ResponderEliminar.
Un día feliz... Abrazar
.
Crementos poéticos y ensoñaciones
.
Y atrapaste los "ojalás" entre las teclas, porque a mí me llegaron llenos de encanto.
ResponderEliminarOjalá nunca perdamos el optimismo, las ganas de hacer, y la esperanza. Que se cumplan tus buenos deseos!
ResponderEliminarEl tuyo es el relato que más me ha gustado de los que llevo leídos de la convocatoria.
ResponderEliminarEscribes bonito ojalá ... Es una palabra que jamas la uso.Gracias por lo que nos das
ResponderEliminarSencillamente precioso tu texto. Un relato de pequeños ojalá que son los verdaderamente importantes, los que hacen que la vida valga la pena, unos ojalá llenos de magia con la descripción de tus palabras.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un abrazo.
Que triste cuando se pierden los ojalas... Suerte que has podido recuperarlos. Gracias por participar, besos.
ResponderEliminarLos mas sabrosos son esos ojalás de algodón de azúcar, los de la alegría de la infancia y la juventud, los ingrávidos. Hermoso texto.
ResponderEliminarBesos.
Esos ojalas de algodón de azúcar quizás como los sueños o esperanzas posibles, en estos días realmente son difíciles de tocar y contener, pero siempre esta esa parte de niño o niña que alguna vez tuvimos, cuando en aquellos días soñábamos con aquellos ojalas
ResponderEliminarDeseo que tus ojalas queden grabados en las teclas, o si andas con ganas que los guardes y conserves en frasco para alacena. Sensible y hermosos texto. Me encanto. Besos
ResponderEliminarUy¡ tengo muchos ojalá en mi mente ahora mismo... si me pongo a pensarlo la mayoría están enlazados con mi familia :) te mando un abrazo grande
ResponderEliminarQué buenos son los relatos jueveros que nos llevan a descubrir escritoras como tú, con un estilo delicioso y tan bien escrito, tan natural, espontánea y real, con ironía del cotidiano, es un placer.
ResponderEliminarÚnica, la verdad.
Bss
todas ellas ojalás íntimos y posibles, pedir aquello que está de nuestra mano es lo sensato, la luna...para los lunáticos. Un abrazo
ResponderEliminarTenemos la suerte, los que escribimos, de poder hacer posible, los Ojalás. Realmente somos unos privilegiados. Me gusta mucho el lenguaje sencillo que has utilizado para escribir tu relato. Un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Pequeños "Ojalá" formando la vida.
ResponderEliminarAbrazo
Unos deseos sencillos que con algo de voluntad se pueden convertir en realidad, solo depende de la fuerza con que desees.
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Que tengas todos esos ojalás contigo para tirar hacia adelante. Bonita entrada.
ResponderEliminarUn abrazp.
Los ojalá no van solos, siempre precisan un mucho de cada uno para ser cumplidos. Son como la hoja que no se mece si no hay aire. Si no se mueve, la pisan, se pierde... Ha de volar, que no nos falte ese soplido de vida.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Mis ojalás incluyen tardes de invierno y libros y algo de escritura y buenas conversaciones y en general son pequeños. Son los mejores porque suelen hacerse realidad sin problemas.
ResponderEliminarMe sumo a los que te desean escribiendo más. Besos